Según la Real Academia Española redactar es “poner por escrito algo sucedido, acordado o pensado con anterioridad”.
Mientras que escribir es “representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie. Comunicar a alguien por escrito algo. Componer libros y discursos”.
¿Podemos decir que el acto de redactar es también escribir?
Sí y no al mismo tiempo.
Cuando redactas tu inteligencia organiza la información en una disposición coherente con un fin que puede ser informativo o persuasivo. Redactamos cuando creamos contenidos para Internet, cuando creamos textos para publicar en medios de comunicación o soportes publicitarios y de marketing. Y en estos últimos, la redacción toma un matiz totalmente comercial, seductor y atractivo que en inglés han sabido resumir muy bien como Copywriting.
Sin embargo, cuando escribes, según el nivel de conocimientos de la persona que realiza la actividad, puedes ir desde la simple composición en el papel que hacen los niños pequeños de frases como: “mi mamá me mima” hasta piezas expresivas que quitan el aliento como la novela Don Quijote de la Mancha de Cervantes.
Me llama la atención que los periodistas en el ejercicio de su profesión escriben –y bastante- sin embargo no les llamamos escritores, sino redactores. Y es que la escritura tiene asociada un vuelo artístico. Una (re)creación del mundo con licencias creativas que le está vedada a la redacción.
Tanto escribir como redactar correctamente son actividades que implican un ejercicio intelectual intenso:
Hay que poner en orden las ideas.
Exponer los conocimientos con una estructura entendible.
Respetar las normas gramaticales y de ortografía (o quizás saltártelas a la torera como José Saramago para darle al lector una participación más activa en la construcción del sentido).
Aprender a redactar o escribir con corrección nos hace más inteligentes. Sí, hay que decirlo y sin ánimos de pedantería.
Espero hayas podido comprender la diferencia. ☺
Recuerda:
Ser diferentes de los domás, deja marca.